Las carreteras pueden parecer demasiado para una persona que está dominando conducir por ciudad. Gana práctica y confianza con estos consejos.
Aprender a conducir es un proceso de aprendizaje lento y para algunas personas puede ser difícil, entre todo el ajetreo de las zonas urbanas y las personas alrededor; sin embargo, más allá de conducir en la ciudad, ir por carretera para algunos da más nervios. Esta actividad conlleva una gran responsabilidad y puede generar muchos problemas iniciales, por lo mismo te damos cinco consejos que te ayudarán a que tu viaje en carretera sea una experiencia segura y placentera.
Antes de siquiera encender el motor, dedica tiempo a estudiar tu camino, utilizando mapas o aplicaciones de navegación para familiarizarte con la ruta. Aquí es en donde debes identificar las salidas, gasolineras, áreas de descanso y rutas alternas por cualquier contratiempo, conocer el camino que recorrerás te dará más confianza al manejar. Como un plus, no vayas tan lejos si es tu primera vez, viajar cerca e irte alejando poco a poco en los próximos viajes también puede ser una opción.
Sabemos que en las carreteras, los límites de velocidad suelen ser más altos que en la ciudad y eso puede llegar a ponerte nervioso o emocionado, pero en realidad no quiere decir que al estar en carretera debas pisar el acelerador a fondo. La velocidad debe ser constante, pues manejar muy rápido o muy lento puede ocasionar accidentes, adáptate a las condiciones del clima y al tráfico.
Quizá ya conozcas la regla de los 3 segundos, pero si no la recuerdas bien, elige un punto de referencia, puede ser un poste o una señal y asegúrate de que tu coche tarde al menos tres segundos en alcanzarlo después de que el auto de adelante lo haya pasado. Con estos 3 segundos, puedes ir practicando tus tiempos y reaccionar ante cualquier imprevisto al manejar.
Ya sabes toda la coreografía de revisar todos tus espejos antes de salir y que al conducir debes estar al pendiente de ellos, en la carretera es lo mismo, antes de cambiar de carril o de realizar cualquier maniobra asegúrate de que el camino esté libre. Si estás muy nervioso, puedes conducir por el carril de extrema derecha, así evitarás la presión de los vehículos alrededor y todos los que puedes ver desde los espejos.
No importa si tu viaje fue largo o corto, si te sientes cansado o agobiado, detente en un área de descanso segura. Estira las piernas, toma agua o incluso escucha música y date una pequeña siesta. Si conduces fatigado o estresado, puede ser peligroso, porque vas muy tenso y distraído, por lo mismo debes planificar paradas regulares en viajes largos.
Por supuesto que las señales son diferentes en las ciudades que en las carreteras, sin embargo, conocerlas e identificarlas con facilidad. Presta atención a las señales de límite de velocidad, indicaciones de curvas peligrosas y señales de destinos o servicios. Familiarízate con los diferentes tipos de señales: preventivas, restrictivas e informativas, antes de tu viaje y mantén la concentración para no pasarlas por alto.